Los ojos de los consumidores están pasando de los periódicos y televisores a las computadoras y teléfonos inteligentes, y los dólares de publicidad global del mundo los siguen, según Business Insider. Pero los abrumadores beneficiarios de este cambio monumental son Google y Facebook. Las dos compañías ya atraen a más del 61% de todos los ingresos de publicidad en línea en todo el mundo, como podemos ver en este gráfico de Statista.
Ademas, ambas compañías apenas veinteañeras ya representan una cuarta parte de todas las ventas mundiales de anuncios, en línea o no. El dominio de Google y Facebook ha afectado no solo a las compañías de medios más antiguas y tradicionales, sino también a las más modernas. Incluso las empresas con servicios populares como Snap y Twitter están luchando por mantener sus piezas del pastel publicitario.
España no se distancia de tales tendencias, sino que incluso las agranda, a juzgar por las estadísticas. Pero dentro de esos grandes cambios importantes matices que surgieron algunos ideas, como por ejemplo apelar a la función de los autoridades de Competencia nacionales e internacionales. En un artículo académico titulado El futuro de la publicidad digital: el obligado impulso de una nueva génesis, el profesor Jose Ignacio Niño, de la Universidad Complutense de Madrid, junto a sus colegas Juan Enrique Gonzálvez y Mónica Valderrama, concluye que la publicidad digital desde hace tiempo viene perdiendo sus niveles de rendimiento y que los usuarios comienzan a establecer barreras con objeto de no ser impactados.
Específicamente su condición de publicidad intrusiva, así como la proliferación de fórmulas para bloquear en los navegadores su implementación, hace obligatorio replantear la situación y ver cómo se pueden sortear estos frenos que tanto daño hacen a la hora de conseguir los criterios de eficacia que exige toda campaña de publicidad. La industria publicitaria que si por algo destaca es por su capacidad para reinventarse, y a través de la innovación buscar constantemente nuevos caminos, ante esta situación de amenaza propone nuevas fórmulas capaces de vencer las limitaciones existentes.
La publicidad nativa y el advergaming son herramientas que dan respuesta a estas necesidades, ya que evitan de un modo eficaz tanto la amenaza de los bloqueadores de anuncios como la persistente característica de interrumpir las experiencias de navegación de los usuarios.
Ambas fórmulas, principalmente en España, se encuentran en sus inicios a pesar de que ya llevan funcionando con intensidad en otros mercados, por lo que todavía queda mucho camino por recorrer, pero sin duda ofrecen unas condiciones que se adaptan tan bien a las demandas exigidas por los usuarios que no nos cabe la menor duda de que van ser muchos, desde todos los segmentos de la industria publicitaria, los que van a apostar por ellos.
“Este nuevo escenario propiciará una etapa de expansión y desarrollo realmente productiva, con la aparición de nuevas modalidades evolucionadas en cada uno de ambos campos. Estamos en el camino para ver en el futuro próximo como ni los bloqueadores de anuncios ni la intrusión sean un problema para la publicidad digital”, concluyen los autores.